Reporteras y presentadoras de televisión padecen la tiranía de la estética que limita sus carreras y provoca una desigualdad frente a sus compañeros
- Las reporteras y presentadoras de los informativos de televisión critican la excesiva importancia que se da a su imagen en el espacio de trabajo, donde su físico es una variable que determina o limita sus carreras
- La presión de la estética y del físico repercute siempre en ellas y nunca en sus compañeros, lo que provoca una situación de desigualdad en un medio, la televisión, que transmite una imagen de la mujer anclada en valores sexistas
- Ajustarse al canon estético hegemónico facilita el acceso a la televisión, pero perjudica el desarrollo profesional y puede limitar la promoción una vez se está dentro de ese medio
- Así se recoge en la tesis doctoral de Naiara Vink, dirigida por María José Cantalapiedra, del grupo de investigación Bitartez de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), que analiza la imagen de las periodistas de informativos televisivos y su influencia en el desarrollo profesional
Leioa, 21 de junio de 2021. Las reporteras y presentadoras de los informativos de televisión padecen una “tiranía de la estética” que determina y limita sus carreras profesionales, circunstancia que no sufren sus compañeros reporteros y presentadores, que no se ven sometidos a la presión de la estética y del físico, al contrario que las mujeres que a diario se colocan delante de las cámaras. Ajustarse a un canon estético facilita el acceso a la televisión, pero puede limitar la promoción y el desarrollo profesional una vez que la mujer ha logrado trabajar en el medio televisivo.
Estas son algunas de las conclusiones que se recogen en la tesis La imagen de la periodista en los informativos y su influencia en el desarrollo profesional: percepciones de las reporteras y presentadoras en las principales cadenas privadas de televisión españolas, defendida ‘cum laude’ por Naiara Vink Larruskain, periodista con experiencia en televisión, radio y comunicación corporativa.
La investigación llevada a cabo por la doctora Naiara Vink realiza un diagnóstico de las percepciones que las profesionales de la información en televisión, tanto las reporteras como las presentadoras de los informativos, tienen sobre la imagen y el físico de las periodistas de los informativos y su impacto en el desempeño y en el desarrollo profesional. Aunque no es un debate prioritario ni para las empresas de comunicación ni para las propias profesionales, el impacto de la belleza en el desarrollo profesional de la mujer constituye “una inercia fuertemente enraizada” que “se percibe como injusta y preocupa en la medida en la que se evidencia que el físico de una mujer sí delimita su progreso laboral”.
Para llevar a cabo su estudio, la investigadora entrevistó en profundidad a mujeres profesionales de las cadenas de televisión de los grupos Mediaset y Atresmedia (Tele 5, Antena 3, La Sexta y Cuatro), de edades comprendidas entre los 28 y los 55 años de edad y con amplia experiencia ante las cámaras.
La tesis doctoral aborda el impacto de la belleza y la estética en el desarrollo profesional de las periodistas que trabajan en los informativos de televisión y constata la preocupación unánime que provoca en esas profesionales la “excesiva importancia” que se da a su imagen en sus lugares de trabajo. “Las profesionales señalan que, aunque no existe una exigencia explícita y pública de ser guapa, conviven con una ‘regla no manifiesta’ que todas conocen, pero de la que nadie habla, que tiene que ver con el físico como variable determinante o limitadora”, asegura la doctora Naiara Vink en las conclusiones de su estudio.
Las entrevistas realizadas a las reporteras y presentadoras destacan la importancia que la imagen y la estética tiene en la televisión, en general, y en los espacios informativos, en particular, así como la existencia de “una tendencia histórica, en el engranaje más invisible de la televisión, que valora positivamente la imagen y el físico de las periodistas y que convierte a estas cualidades en determinantes a la hora de acceder a la televisión y en limitadoras para desplegarse como profesional en el medio en el que están”.
Se constata una “regla no escrita” que determina un modelo de mujer que viene establecido por el canon estético predominante en la sociedad y que hace que la profesional que se coloca frente a la cámara para informar, con la excusa de que “la televisión es imagen”, deba ser “guapa y joven” y con “un buen físico”.
Naiara Vink introduce aquí un nuevo concepto teórico: el ruido silencioso. Se aplica a aquellas situaciones “conocidas, identificadas y evidentes que generan desigualdad” y que suponen un “violento agravio”, pero que no se nombran. De esa manera se invisibilizan situaciones “en virtud de la naturalidad con la que las recibimos, asumimos e integramos en la cotidianeidad”, lo que lleva a subestimar su “grave impacto” en la carrera profesional de las mujeres. Ese “ruido silencioso” lleva a muchas profesionales a “autoimponerse una presión en clave estética pensando que sus decisiones son libres y conscientes” sin reparar en la existencia de “presiones impuestas” desde el ámbito profesional.
Por otra parte, la presión de la estética y del físico repercute siempre en las mujeres y nunca en los hombres, lo que provoca una desigualdad entre ellas y ellos que causa “gran frustración” en las reporteras y presentadoras. La televisión se convierte de esta forma en “un potente catalizador” de una imagen de la mujer “anclada en valores sexistas” y reproduce “estereotipos sexistas a través de la proyección de la imagen de sus trabajadoras”.
Ser guapa, o estar dentro del canon estético hegemónico, facilita y favorece la entrada en la televisión como espacio en el que desarrollar la carrera periodística, pero esa buena imagen, si no se ve acompañada de las cualidades y capacidades para desempeñar correctamente la profesión, no sirve. En este sentido, “ser guapa determina el acceso, pero no garantiza el desarrollo profesional si no se correlaciona con capacidades y competencias periodísticas”.
Las periodistas que se colocan ante las cámaras en los informativos de televisión, deben enfrentarse durante buena parte de su carrera profesional a desmentir que sus logros profesionales hayan estado vinculados, de manera prioritaria, a su físico. “Es habitual que el hecho de ser guapa no solo limite la promoción profesional sino que sea foco de cuestionamientos que se perpetúan y que, en ocasiones, adquieren incluso matices sexuales”, destaca la doctora Vink en su tesis.
Otras de las conclusiones a las que llega la autora de la tesis doctoral es que “la mayoría de las reporteras y presentadoras identifican el cuidado de su imagen y de su físico bien como una elección personal bien como una cuestión sobre la que no se puede incidir, en su vida privada y en su vida profesional respectivamente, sin aplicar en sus relatos variables relacionadas con las elecciones conscientes”.
La imagen, el físico y la estética son variables que inciden en la decisión de aspirar a trabajar delante de la cámara, pero esas variables generan una desigualdad que “se manifiesta de manera evidente cuando quienes están sometidas, castigadas y juzgadas en una desproporcionada mayor medida son ellas”.
El trabajo de investigación también recoge el cuestionamiento del trabajo y de la imagen de las reporteras y de las presentadoras y cómo la “tiranía de la imagen “afecta de manera directa a su desarrollo profesional” de las mujeres que sufren una “pérdida de confianza e inseguridad en sí mismas para desarrollar determinadas tareas que exijan una exposición ante la cámara” si no se ajustan a los cánones estéticos exigidos.
Asimismo, la investigación recoge los resultados de una encuesta al alumnado de cuarto curso de Periodismo de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) en la que se constata que la belleza, el físico o la imagen son los principales elementos que intervienen a la hora de desechar la televisión como medio en el que trabajar. Sin embargo, cuando los datos se analizan en función del sexo, es más evidente la tiranía que ejerce la estética sobre las futuras profesionales. El 100% de las mujeres rechazan la televisión como espacio en el que desarrollar la profesión por no ajustarse al canon estético predominante. Ellos, en cambio, explican su rechazo a la televisión por causas no estéticas o por cuestiones de imagen que no tienen que ver con su físico.
Sobre Bitartez
El grupo de investigación Bitartez de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), conformado por un equipo de docentes y profesionales de distintas disciplinas, acumula una amplia trayectoria investigadora en los ámbitos del periodismo y de la comunicación corporativa. Sus líneas de investigación se focalizan en estos tres campos: 1/ la relación entre los medios de comunicación, las corporaciones y el público, 2/ los perfiles y habilidades de los profesionales de la comunicación, y 3/ el género, relacionado con la comunicación y la docencia. Bitartez apuesta por la innovación y la investigación aplicada, en estrecha colaboración con el mundo profesional.