En Bitartez se comparte la certeza de que la Universidad debe adoptar un rol activo para reducir y eliminar las prácticas sexistas. Porque la Universidad juega un papel fundamental en la formación de la juventud, y constituye un instrumento clave para identificar la discriminación sexual, la desigualdad y los sesgos de género, el primer paso para avanzar hacia una igualdad real. En este sentido, el alumnado universitario de Comunicación constituye un público objetivo crucial: son quienes contribuirán, con su trabajo, a la configuración de la opinión pública a través de sus informaciones, campañas publicitarias o trabajos de ficción. Tendrán, en definitiva, una gran capacidad de transformación de la realidad.