En la actual sociedad global de la información y el conocimiento, el estudio de los procesos comunicativos debe considerar las dimensiones locales, regionales, estatales, internacionales y transnacionales. Los actores tradicionales han evolucionado, y la voz de individuos, organizaciones y grupos de presión ha ganado importancia. Esto puede impulsar una participación más activa, pero también generar elementos disruptivos en la comunicación.